Qué ver en Porcuna: historia, monumentos y tradición del aceite de oliva
Que ver en Porcuna

En plena campiña de Jaén, rodeada por un inmenso mar de olivos, se alza Porcuna, una localidad que guarda miles de años de historia y una tradición agrícola que la convierte en un lugar único. Conocida en época romana como Obvlco, fue un enclave histórico fundamental, y hoy conserva un valioso patrimonio que combina arqueología, arquitectura y cultura.

Si estás pensando en visitar este rincón de Andalucía, aquí te contamos qué ver en Porcuna, y por qué su aceite de oliva virgen extra es el producto que mejor refleja la identidad del pueblo.

Monumentos imprescindibles que ver en Porcuna

Torre de Boabdil

La Torre de Boabdil, también llamada Torre Nueva, es uno de los monumentos más emblemáticos que ver en Porcuna. Su construcción se llevó a cabo entre 1411 y 1435 por orden de don Luis de Guzmán, maestre de la Orden de Calatrava, sobre los restos del antiguo castillo islámico que dominaba la villa.

De planta octogonal y con una altura de unos 28 metros, la torre impresiona tanto por su tamaño como por su diseño arquitectónico. En la base se conserva un aljibe, mientras que en los pisos superiores se aprecian bóvedas góticas y ventanas con arcos lobulados de inspiración mudéjar. En lo más alto, su terraza ofrece unas vistas espectaculares del mar de olivos que rodea Porcuna.

Su nombre se debe a la tradición que cuenta que Boabdil “el Chico”, último rey nazarí de Granada, estuvo preso en esta torre tras ser capturado en la batalla de Lucena en 1483.

Cisterna Romana de La Calderona

La Cisterna Romana de La Calderona, una de las piezas arqueológicas más destacadas de Porcuna, es un impresionante depósito de agua construido en época romana, hace más de dos mil años (siglo I a. C.). Su función original era abastecer a la ciudad de Obulco, siendo parte de una infraestructura hidráulica vinculada posiblemente a termas o a la red pública de suministro.

Durante la Guerra Civil española, la cisterna fue utilizada como refugio antiaéreo, lo que permitió descubrirla nuevamente al coincidir con excavaciones y derrumbes que revelaron su estructura. Después de permanecer oculta y sufrir deterioros, fue declarada Bien de Interés Cultural en 2014.

Un ambicioso proyecto de restauración, que concluyó en julio de 2024, incluyó la construcción de un centro de recepción, un puente y un túnel de acceso, y una rampa helicoidal que desciende sin tocar los restos arqueológicos. Hoy, se puede visitar y admirar cómo el agua sigue brotando por las capas freáticas, tal como lo hizo en la Antigua Roma.

Necrópolis Dinástica de Cerrillo Blanco

La Necrópolis Dinástica del Cerrillo Blanco es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la cultura íbera en Porcuna. Se trata de un túmulo funerario de época tartésica (siglo VII a.C.), donde se han identificado hasta 24 sepulturas individuales excavadas en fosa y una sepultura megalítica doble.

Hacia el siglo V a.C., se enterró de manera intencionada un impresionante conjunto escultórico ibérico en zanjas cubiertas con losas, conformado por más de 1.400 fragmentos que constituyen el legado escultórico más significativo de la civilización ibérica.

Este conjunto refleja la historia de linajes aristocráticos que dominaron Obvlco, y hoy constituye una pieza clave para entender el mundo ibérico en Jaén. El yacimiento cuenta con un centro de visitantes donde se contextualiza el valor funerario, ritual y artístico del lugar. La mayoría de estas piezas pueden admirarse actualmente en el Museo Provincial de Jaén, y el Museo Arqueológico Municipal de Porcuna presenta réplicas y objetos relacionados que enriquecen la visita.

Pinturas murales de Julio Romero de Torres

En el interior de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Porcuna, se encuentran varias pinturas murales de gran valor artístico realizadas entre 1903 y 1905 por el pintor Julio Romero de Torres. Destacan la Asunción de la Virgen en la bóveda del ábside, así como frescos en las capillas del crucero: la Santa Cena y la Sagrada Familia. A estos murales se suman cuatro lienzos de los Evangelistas, que se integran en las pechinas del crucero, y un óleo de San Juan Bautista, donado por el autor.

Las obras estuvieron ocultas durante años bajo retablos y mobiliario, y sobrevivieron diversos peligros –como la Guerra Civil– gracias a la prudencia de vecinos que las protegieron con pigmentos. Su recuperación permitió apreciar hoy tanto su valor estético como patrimonial.

Casa de la Piedra

La Casa de la Piedra es una vivienda convertida hoy en museo que sorprende tanto por su singularidad arquitectónica como por su historia. Construida íntegramente en piedra por el cantero Antonio Aguilera Ruedas entre 1931 y 1960, esta casa fue levantada sin planos ni ayuda económica, solo con esfuerzo, ingenio y la colaboración de la familia.

Entre sus elementos destacan un aljibe con seis arcos de dovelas en seco, una bodega, un salón amplio y una espectacular pieza pétrea de 7 metros de longitud que hoy adorna el jardín, rodeada de doce asientos que evocan la Última Cena.

Tras ser restaurada y adaptada para el público —con iluminación, accesibilidad y un ascensor—, volvió a abrir sus puertas en 2018. En 2023 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Porcuna, consolidándose como un enclave cultural indispensable para quienes visitan la localidad.

Paseo de Jesús y mirador de La Redonda

El Paseo de Jesús es el pulmón verde y el corazón social de Porcuna desde finales del siglo XIX. Originalmente trazado sobre el antiguo camino del cementerio, este amplio parque ajardinado se ha convertido en el centro de la vida festiva y el esparcimiento local durante casi dos siglos.

Entre su frondosa arboleda, destacan especies botánicas variadas, monumentos emblemáticos como el Monumento al Olivo, y puntos de interés como la Casa de la Piedra y la iglesia de Nuestro Padre Jesús con su camarín barroco. Todo ello se complementa con miradores que ofrecen vistas panorámicas de la campiña y de los olivares que rodean Porcuna.

Al final del paseo se accede al Mirador de la Redonda, desde donde se contemplan de manera privilegiada los olivares hasta donde alcanza la vista, incluyendo algunos pueblos de la Subbética cordobesa y la campiña jiennense. Su accesibilidad —con rampas, bancos y superficies uniformes— lo convierte en un espacio disfrutable para todos.

Paisajes de olivar: la esencia de Porcuna

Uno de los grandes atractivos de Porcuna no se encuentra solo en su casco histórico, sino también en sus alrededores. La localidad está rodeada por un mar de olivos, un paisaje característico de la provincia de Jaén.

Este olivar no solo define el aspecto del entorno, sino también la forma de vida de sus habitantes. Generaciones enteras han trabajado estas tierras, produciendo uno de los tesoros más preciados de la dieta mediterránea: el aceite de oliva virgen extra.

El aceite de oliva virgen extra, orgullo de Porcuna

Hablar de qué ver en Porcuna es también hablar de lo que se produce en sus olivares. El aceite de oliva virgen extra es, sin duda, el gran protagonista de la economía y la cultura local.

En cooperativas como SCA Virgen de Alharilla, se elabora un aceite 100% de variedad picual, reconocido por su sabor intenso, su gran estabilidad y su elevado contenido en antioxidantes naturales. Estos atributos lo convierten en un alimento no solo delicioso, sino también beneficioso para la salud.

El AOVE de Porcuna es la mejor manera de llevarse a casa el recuerdo de la localidad. Cada botella es la expresión de un territorio, de sus agricultores y de una tradición que ha pasado de generación en generación.

Dónde comprar aceite de oliva virgen extra en Porcuna

Si visitas la localidad y te preguntas dónde comprar aceite de oliva en Porcuna, la respuesta es sencilla: directamente en la cooperativa. A través de la tienda online de Coovihal, puedes adquirir aceite de oliva virgen extra de máxima calidad, en formatos pensados tanto para el consumo diario como para regalar.

De esta forma disfrutas en tu mesa del mismo aceite que consumen las familias de Porcuna y contribuyes a mantener viva la tradición agrícola local.

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